top of page

Mi prímer encuentro con la historia

Cuando hace un par de años estaba filmando detrás de la cámara una actividad sobre el Día del Holocausto en la Escuela Scholem Aleijem, escuchaba el relato que narraba Ruti Jarmatz, acompañada por Jorge Hartmann sobre la historia de su abuela Sara Goldman.

Yo no podía creer ni dejar de emocionarme por cada palabra del relato, la triste poesía escrita en Auschwitz por Sara.

Sara había robado un cuaderno de enfermos en blanco (KRANKENBUCH) y un lápiz y escribió durante su cautiverio en Auschwitz y Theresienstadt. Sobrevivió al campo, sobrevivió a la guerra y volvió a Hungría a reiniciar su vida con el libro entre sus pocas pertenencias. Ese libro permaneció inédito.

Con todo el bagaje encima que tengo de la temática Shoa nunca había oído una historia como la de Sara. Nunca supe de nadie que haya escrito en Auschwitz, si después o durante la guerra, pero no en el peor y más oscuro de los campos de exterminio.

Es por eso que la historia de esta mujer me llamo mucho la atención y me atrapo profundamente despertando un mí muchísimos interrogantes: ¿Como en un lugar tan terrible como lo era Auschwitz alguien puede pensar en escribir poesía? ¿Cómo con tantas cosas en contra, opresión, hambre, frío, trabajo esclavo, sufrimiento físico y emocional y muchos más demases, alguien, en ese preciso momento, puede darle un espacio al arte?

Lo primero que hice entonces fue juntarme con Jorge y armar un encuentro con Leopoldo, un conocido que dirige una editorial. Quería que el libro se editara para que todo el mundo lo pueda leer, yo en primer lugar. Necesitaba escuchar a Sara con su propia voz, conocerla. Incluso aún sin tener el material traducido sabía que quería rodarlo, filmar un documental sobre el libro de Sara, sobre el desarrollo del proceso artístico aún en las circunstancias más adversas.

Sara era una artista que necesitaba escribir como necesitaba respirar. Su historia merece ser contada. A pesar de todas las adversidades, escribió; escribió para vivir, escribió para sobrevivir, escribió para perdurar aun sin saber si realmente saldría de ahí; si su libro, sus poemas, sus relatos verían la luz y alguien alguna vez los leería.

Para mí la importancia del arte es primordial. Es muy fácil decir ahora que el arte exorciza. No obstante, hacer poemas en medio del intento de asesinato de toda una cultura no es menor ¡Ser prisionero judío en Auschwitz! No es menor.

Mucha gente que sobrevivió escribió sus memorias, por ese mismo motivo: expulsar del organismo esos viejos traumas. Algunos son famosos mundialmente, algunos premios Nóbel, otros más ignotos, ¡pero Sara lo hizo en Auschwitz!

Tengo las bases firmes de todo documental exitoso: una excelente historia y el libro publicado ella escribió hace 70 años y  hasta ahora es inédito.

Haber sido parte de ese proyecto inicial, haber sido artificie de que el libro se convierta en un libro editado, me ha otorgado la confianza de la familia involucrada en la historia para acceder a que filme con total libertad este material y también, ha generado en mí, una poderosa y constante motivación.

Toda una generación de sobrevivientes de la Shoá están desapareciendo y sentimos, casi como un deber moral, darles voz antes de su partida y es por eso que no podemos esperar, tenemos la necesidad, la urgencia de contar este documental.

Creo que KRAKENBUCH puede atravesar las fronteras, ser reconocido y ofrecerles a los involucrados en este proyecto, el realce de perpetuar la memoria y voz a los que sobrevivieron la Shoá y a los que no también. Es una oportunidad histórica que no será posible más adelante. En sólo un par de años, estos sobrevivientes ya ancianos, apagarán sus voces para siempre. El momento es ahora.

El arte perdura a través del tiempo, la poesía y narrativa de Sara Goldman merece ser descubierta y explorada. “El Cuaderno de Sara” ya está en las góndolas de las librerías, su arte ya está inmortalizado y perdurará. Yo quiero contar quien era esa mujer, que la llevó a querer escribir en tan terrible momento histórico y personal. Cual fue el motor vital que alimento ese impulso a escribir poesía en Auschwitz.

Es por eso que para mí se hace fundamental contar esta historia.

Desde ya agradezco la lectura de la presente carta y dejo mis datos a continuación para extender, a quien lo solicite, mayor información sobre las necesidades de producción del Proyecto documental KRAKENBUCH.

Desde ya muchísimas gracias.

Saludos cordiales,

​

​

Dany Bobrowski

Teléfono: +54911 5658-1097

Email: danybobro@hotmail.com

bottom of page